Hace algunas semanas, en uno de los artículos de este blog de nuestra clínica veterinaria 24h de Torrelavega dedicado a los alimentos que pueden resultar dañinos para nuestros perros, incluíamos la imagen de un perrete mordisqueando un hueso. Una imagen muy típica, es cierto, tan cierto como que los huesos, en todas sus variedades, también pueden ser terriblemente perjudiciales para nuestros fieles amigos.

Los huesos de vaca, por ejemplo, como el que mordisquea el perro de la mencionada foto, no tienen ningún aporte nutritivo para el animal. Por el contrario, tiene un efecto terrible sobre su dentadura, desgastándola en exceso de forma que, a medida que avance la edad, puede ocurrir que apenas pueda comer su pienso. Además, estos huesos, al igual que los de cerdo o cordero, pueden desprender pequeños fragmentos que, a su paso por el estómago, no se digieren, lo que quiere decir que cuando llegue el momento de expulsarlos, además de costarle un gran esfuerzo, pueden arañarle el ano.

Como responsables de una clínica veterinaria 24h en Torrelavega, tenemos la obligación de advertirte del peligro que suponen para tu perro los huesos de ave. Estos huesos, especialmente los de las patas o las alas, cuando el perro los mastica, se rompen formando finas y afiladas astillas de diferentes tamaños. Si el perro se traga alguno de esos fragmentos hay muchas posibilidades de que pueda clavársele en el estómago o el intestino causándole, además de un terrible dolor, una hemorragia interna.

Con demasiada frecuencia, en la Clínica Veterinaria Besaya tenemos que intervenir quirúrgicamente a algún perro por habérsele clavado un hueso de pollo en el tracto digestivo.